CÏNIFE
Si vulva, también llama,
lengua de fuego que arde sin más lumbre
que su oculta certeza.
Cínife yo que orbito
su ciega quemazón con la insistencia
oscura de la sangre.
Y tanto me aproximo
que pruebo su virtud para mi daño
y, con su daño, más
contento pongo en mi osadía,
preso ya de su impura
combustión, hendidura
de luz, esquirla, roja
mandorla en que me abraso.
De Raíz de la materia. 2011
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